J2 Día 24 Maeadanchi-Mine


El día comenzó magnífico: Un parque con edificios abandonados, la entrada casi cerrada, pero los jardines con las flores cuidadas y el cesped cortado. Por la mañana vimos una abuelita limpiando una parte.

Es curioso que Japón, para contrarrestar el paro, da pequeños trabajos a jubilados o parados: cortar cesped, limpiar calles, poner a gente en los cruces para que los niños crucen con seguridad las calles... me ha parecido maravilloso, pues se produce una ayuda social, carente en España.




En el parque había un aula abandonada pero cuidada. Me encantaría dar clases en ésta aula. Lo sorprendente es que en este país no hay pillaje: Nadie roba o se queda con lo que no es suyo.



Mirad al fondo nuestras tiendas:



Y bueno, había una piscina abandonada que la naturaleza había invadido.



Partimos hacia el interior de la isla, donde nos pilló un día excepcional: con nubes pero sin lluvia. Además, que dejamos las grandes vías para pasar a pequeñas carreteras llenas de vegetación. Una gozada.





Un detalle: los reflectantes de las carreteras tienen una pequeña hélice con escobillas, que hacen que al pasar un coche den vueltas y se limpien.


Y llegados a un pueblo paramos en el super a comprar fruta. La fruta se vende aquí por unidades (es cara) e incluso se regala en cestas. Esto nos ha hecho apreciar muchísimo la fruta que compramos.


En el propio super, una de las chicas que trabajaba se me quedó mirando un rato ¡¡tio he ligado!! Así que antes de irme, cruzamos la mirada yyy.. yyy... ¡¡me largué!!! ¿qué os creíais? ¡¡que tengo que dar vueltas a Japón, no ligar!!

Comimos en un bar de carretera un plato buenísimo...



Las espigas del arroz ya están empezando a salir por esta zona:


Y ya llegamos a donde queríamos ir: Una meseta karstica (o como se escriba). Lo que veis en la foto es el lateral de la meseta: arriba sólo puede crecer hierba. Y tiene cientos de agujeros (sumideros) por los que el agua corre por cuevas. Juan y yo nos metimos en la cueva más grande. Tiene 1 km.











Finalizado esto, y antes de subir a la meseta, fuimos a ver una escuela de música. A nivel arquitectónico pienso que hay dos edificios extremadamente complejos para diseñar: los de música y los hospitales. No os quiero dar la tabarra con arquitectura, así que dejo estas fotitos.






Para terminar el día subimos a la meseta... pero no del todo. El Camping se encontraba casi antes de empezar la meseta. Acampamos en uno de lo hoyos sumideros:


Y como esa noche había tifón, sujetamos las bicis con los pulpos para que el viento no las tirase:


Sergio.

0 Comentarios・コメント・COMMENTS:

Publicar un comentario

RSS

RSS del blog:

   Japon en bici licencia Creative Commons.

Volver al PRINCIPIO