Japón día 37: Minamata-ImutaIke

¡Hoy sí que me encantó el día! Anoche ví una película de Tim Burton, "Big Fish", y me gustó una cosa de ella: el protagonista tenía que elegir entre el camino fácil, recto y claro; y el difícil, montañoso y oscuro. Eligió el oscuro y yo tambien lo hice. Eso suponía tener que comerme dos puerto de montañas de 500 y 400 m. Y os digo que eso es una bestialidad en bici, sobre todo si hay que subirlos en menos de 10 km.

El día empezó encontrardome cangrejos, que era el bicho del día. Hay tanta humedad que los cangrejos aparecen a cientos de metros de la playa y ellos tan frescos.

El lugar donde dormí era un parque para niños. Y estaba tranquilo porque esto 8al revés que los jubilados del otro día) no iban a venirme a las 6 de la mañana a despertarme con sus juegos.



Tuve algunos problemas para reparar la tienda, porque se me rompió por otro lado... pero todo es solucionable con un poco de imaginación.

En el momento de elegir el camino "oscuro" debes plantearte alguanas cosas. Primero, que no vas a tener konbinis (=no comida!): puesto que toda montaña en Japón es parque natural. Sólo se construye sobre llano. Segundo, que las cuestas serán tremendas... pero los paisajes alucinantes. ¡Allá vamos!


En la subida del primer puerto -el de 500 m con montañas de 1000 m alrededor- me encontré restaurantes fantasmas (aqui lo "fantasma" es muy típico):


Pero lo bueno bueno es que iba en paralelo por un rio realmente bonito y límpio y -de repente- ¡una parada con baño, máquina de bebidas y escaleritas al rio! ¡todo para mi solitooooooooo! ¡¡¡BAÑAZOOOO QUE ME PEGUÉ!!

Lugar del bañazo.

Y como subir el puerto de montaña era como un chorreón de sudor a cada tramo, me sintió como rejuvenecedor. Hala a seguir subiendo y viendo montaña.



Pasado el puerto de montaña -curiosamente suele ser un tunel- comienza la merecida bajada de varios kilómetros:



Y llegué a la ciudad de Satsuma. Donde me paré en el supermercado para abastecer mi estómago y comprar la cena. Varias personas me prenguntaron cosas, ya que es muy raro ver a un espécimen como yo por ahí. Sobre todo porque le saco 2 cabezas a todo el mundo. La gente se cree que soy americano, y debo corregirles muchas veces.

¡Oh! ¡Un Omnibus! Y nosotros ya no le llamamos así, pero aquí sí.

Pensaba acabar mi día en esta ciudad pero me dije ¿y si voy un poquito más? Es tiempo dee descubrir que uno cuando está al límite, puede llegar a otro límite y después a otro... eso o yo soy muy bestia... ¡¡¡VOY A SUBIR AL HUMEDAL IMUTA, que está en medio de 5 montañas de 500 m!!

Yo me arrepiento cuendo estoy a medio camino de estas cosas. Pero hoy la recompensa fue grande. Subir semejante pico en menos de 7 km fue mortal. Mortal es cuando me tengo que bajar de la bici para empujarla porque me caigo para atras si me levanto en ella (demasiado peso en la rueda trasera).

A medio camino me encuentro un lugar estupendo para acampar. Con maguera-ducha, vistas y el estupendo cesped que veis:




Aunque tenía compañeras: Un pedazo de panal de miel. Con pedazos de abejas. Y digo pedazos porque en cuestión de bichos, debeis multiplicar su tamaño x2 con respectto a lo que veis en España:

Pero yo he venido aquí para hablar de mi libro... digo... para subir al dichoso lago. Así que segui subiendo y ¡¡¡SEGUNDA SORPRESA!!! En lo alto de la montaña había una zona para tirarse en parapente. Es decir: baño, duchas y ceswped recién cortado para acampar. Con vistas A-L-U-C-I-N-A-N-T-E-S: Toda la zona vista a 400 m de altura, y ya veis como iba de sudado:


Todavia me quedaba 1 hora ¡vamos a seguir subiendo! Y logré ver el humedal, que es un lago en medio de la caldera de la montaña:


Pero en este punto no bajé al lago, volví a subir la montaña para irme a la zona de parapentes y acampar.

Cuando estaba montando la tienda vi a lo lejos ¡El volcán Sakurajima con sus gases saliendo! Mañana llegaría a estar a su lado.



Y con esto, me senté en la zona de parapentes después de una ducha a cenar y ver el atardecer.Una hora, señores, viendo el atardecer. Increible, fabuloso, no tengo palabras. Es que esto hay que vivirlo. Esto fué un regalazo de día, sólo en cuestión de paisajes. ¡Gracias, Okamisama!


RUTA:


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