J2 Día 29 Nima-Izumo
El parque estaba repleto de juegos de niños, a los que -por supuesto- jugamos. Es que somos asínnnnn.
Y como incluía un museo de la arena, pues fuimos a verlo tras desayunar. El motivo del museo es que -al parecer- la arena de la playa de este pueblecito es musical.
Contenía el reloj de arena más grande del mundo, al que se le da la vuelta cada fin de año. Y le dan la vuelta las personas del pueblo que coincida su nacimiento con el signo del calendario chino.
Y ya puestos a jugar con la arena, cursilerías como la de amontonar la arena en colores (pobre hombre el que se mató a hacer este dibujo):
Hala, pues el museo de la arena era esta horterada de cuatro pirámides. El arquitecto, suspendido, porque ví demasiados fallos en el diseño de pequeños detalles de construción: no colocar enchufes, aseos donde no cabe un culo de más de 50 cm y todo un surtido de imperfecciones (habitual en arquitectos famosos que se creen divas y son una caca).
Pues con eso listo nos vamos a Iwani Ginzan, unas cuevas de extracción de plata que son patrimonio de la humanidad por el tinglao que generaron a su alrededor y las técnicas constructivas que usaban.
Para comer, aun siendo un sitio turístico, el precio era el normal en Japón. Yo no disfrute de la comida porque la camarera me insistió en echar el contenido de una tetera sobre mi atún.. y resultó ser soja... Tuve que "drenar" mi comida a escondidas.
El pueblecito de la minería tenía este aspecto:
Y la mascota (que todo en este país tiene mascota) era un obrero minero con su casco y antorcha:
Hala, y del resto del día no hay fotos porque nos fuimos corriendo al siguiente parque. ea, mañana os cuento más.
Sergio.
2 Comentarios・コメント・COMMENTS:
El bicho/mascota parece una especie de caracola, ¿no?
Los mineros usaban esas caracolas llenas de aceite para iluminarse.
Publicar un comentario