Japón día 23: Shikoku
Éste es el campo de beisbol en el que dormí. Lo elegí porque había unos baños al lado ¡con maguera-ducha!. Hala, así puedo pegarme mis dos duchas de rigor diárias: la de la noche y la de la mañana. Lo malo es que este día dormí fatal, pues apenas pasaba el aire por la tienda y eso hace que sudes toda la noche.
Shikoku es un tanto aburrida. Atravesarla es ver un montón de montañas puntiagudas que parecen todas iguales. De hecho, una vez me asusté pensando que no me había desplazado nada... y es que resulta que era otra montaña idéntica.
Lo que sí sorprende es precisamente el que las montañas sean puntiagudas. Yo lo achaco al hecho de que con tanta vegetación (es tremendamente frondosa), apenas hay erosión. En España la misma montaña sería una colina, sobre todo porque nosotros no adoptamos esa (genial) idea japonesa de que toda montaña se preserve: sólo existen casas en los llanos.
Por el camino, como siempre, la gente animandote con un "Ganbareee!" e incluso me regalaron 2 litros de té de trigo:
El paisaje de la costa es de un mar con muchas montañas (islas) sobre él.
Pero la sorpresa del día me llegó en la hora de decidir dónde dormir. A las 17:00 es el momento que me propongo elegir dónde dormir. Y para eso busco un parque, que en este caso fué uno preciosa llamado Ikeda. Desde él se veía toda la ciudad:
Y encima encontré ¡Una caja de Chocopi! ¿Os suena? Pues están buenísimas. Si vuelvo a encontrarlas le llevo una caja a mi hermano... jajaja.
Y aquí os dejo el paisaje con el que me fuí a dormir:
RUTA:
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1 Comentarios・コメント・COMMENTS:
Hala! Precioso. Supongo que habría mosquitos pero tiene una pinta genial :)
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