Sobre los dias 22 y 23: Empezar a volver, esperando el tifón

Fukuoka es el punto más alejado de Kyoto en el que estaremos, así que empezábamos el regreso.
Regreso que haremos sin Miguel que coge el tren de vuelta desde aquí.
Regreso que ya sabemos que no completaremos, en torno al 17 de agosto nos montaremos en un tren rumbo a Kyoto.
Regreso marcado por la llegada del segundo tifón, que apunta directo hacia nosotros en principio y que llegaría en dos,tres días.

El primer dia fue un poco pesado, salir de las grandes ciudades siempre es lento y penoso.Volvió el sol, bien! Y como pega cuando sale... Mal!
En una parada estaba yo tirado totalmente sudado a la puerta de un super bebiendo como 2 litros de agua del tirón, algo de aspecto de mendigo tenía que tener. Una adorable ancianita se me acercó a preguntar de donde era, Sergio me tradujo y le respondió, y cuando salió me regaló una caja de galletas de mantequilla, buenísimas.
Seguía el sol, no nos lo podíamos creer, así que como no íbamos mal de tiempo hicimos una de esas paradas que nos encantan, miniaquapark que te crió. El mejor consuelo en los días de sol, como un Onsen en los de lluvia.
Pero claro, no podia quedar ahí la cosa, y en cuántito pusimos el pie fuera, toma truenos.
Fue un dia pesado y gris al final, y los dos llegamos a pensar si no eran quizás demasiados días dando vueltas, cada vez menos cosas nos sorprendían y el helado/batido de melón se había acabado en todos los McDonalds de Japón...El día se apiadó de nosotros y justo dejó de llover el rato que tardamos en cenar, ducharnos, y montar las tiendas.

Al dia siguiente, más recorrido urbano y más lluvia por la mañana, así que de nuevo pesado y gris, las piernas, eso si, cada dia van mejor. Nos tocaba salir de la isla de Kyuushuu y esperabamos que con ella de tanta lluvia. El tifón parece estar desviandose hacia el centro de Japón, ¡tal vez nos libremos!
Atravesamos eL túnel bajo el mar y claro, a 700m en la otra isla también llovía. Tocaba elegir parque para dormir, el albergue que teniamos fichado estaba alli mismo y aún era pronto para parar.
Nuestro tesón tuvo premio, dejó de llover tanto, volvimos a ambiente rural y encontramos un comboestrella, Onsen, combini para cenar y parque genial con menos de 1 km de diferencia. A la "cama", relajados y bien cenados. Al dia siguiente abandonariamos la costa, con ganas de campo y monte y con la confirmación de que el tifón no nos pasaría por encima nos dormimos, y que bien dormimos esa noche, era un césped 5 estrellas.
Los ánimos volvían, las ganas de disfrutar de estos últimos 10 días también.

Diluvios, no nos habéis vencido!!
Aún.

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